domingo, 28 de julio de 2013

LOS DIAS DE ANTOFAGASTA


Son las 23:01, en un reloj Kateye cortesía de Macario. Estoy sentado en la cama en una postura muy similar al lotto, el profano no la distinguiría. Tengo una “pieza” habitación razonablemente limpia, para lo que se puede encontrar por aquí cuando se buscan precios mínimos. Arroya la roña por una pared de tabla de contrachapado, o viruta prensada. Aunque en el segundo caso es más económica, el aislamiento acústico es el mismo, mínimo camino del neutro.  La roña no arroya por que este sucio, arroya por que corrí la micro-mesa, que no mesita de noche, a la cama. Cuando entre por vez primera a esta pieza, no había esa roña, yo vi la mesa, no la roña. ¿Existe lo que no se ve? ¿Existiría esa roña “arroyante” si no hubiera corrido la mesa.
Sea como fuere estoy escribiendo. Un pequeño transistor que compre en Perpignam, en la invernal transeuropea, intenta enmascarar a la pared habladora de roña “arroyante” que tengo enfrente. Si el sentido del oído trabaja, el de la vista lo hace menos.

Estoy contento, pero a medias, solo a medias. Estoy contento por que mañana vuelvo a los pedales, pero tengo una sensación de huir de Antofagasta que me desagrada. No me gusta huir

He hecho cosas buenas para el viaje en Antofagasta, de esas cosas que solo pueden hacerse en una ciudad. Se cambiaron todos los radios a la rueda trasera. Decidí que fueran de hierro y no de acero para probar una posible solución al problema de rotura de radios. El hierro es menos rígido que el acero, por lo que creo que puede romper menos.
Cuando volví días más tarde por la rotura de cadena, vi la cubierta con una rotura en la carcasa, decidí cambiarla, solución que se ha mostrado acertada.

Pude reponer la pila “del Kateye”, así como conseguir varios útiles para mantenimiento y reparaciones. Conocí a Hans con el que hubo una especial comunión de ideas, y del que me acuerdo cada vez que trabajo con el “PCín”. Me regalo un ratón de cola larga y fuerte, de me momento no se ha roto. Aparte de acordarme de el, lo siento en mi mano derecha, y también lo escucho en cada clic.

Todo esto, y más cosas buenas que me pudiesen haber ocurrido, no evitan en absoluto que afirme que Antofagasta es la ciudad mas asquerosa que haya conocido, y que tenga el alma mas sucia de todas. A día de hoy he estado en 18 países, y alguna he conocido para poder hacer algún tipo de comparación.

La recepción del primer día en el camping fue la que fue, no añadiré nada más, los  vídeos hablan y se exhiben por si solo.  (1) , (2)

Otro día una maleducada desde la calle nos interrumpe a un dependiente de un Internet público, y a mí, mientras conversamos. Desde la calle y por dos veces intenta interrumpir nuestra conversación. Yo impido que el dependiente le “de bola”
Le pregunto que como es tan maleducada, si no ve que estamos hablando, que por que piensa que su tiempo es mas importante que el nuestro. Argumenta para justificar su comportamiento que es mujer, y por eso puede comportarse como lo hace. Que yo soy un “no se que” por decirle eso a una mujer.
Siempre he sostenido, y este es un caso claro, que hay mujeres que intentan beneficiarse del machismo, que por otra parte desapruebo totalmente.

A los pocos días de estar en el Hostal a la nochera le robaron el móvil en el servicio, lo dejó olvidado un momento y cuando volvió ya no estaba. Intento registrar todas las habitaciones, era obvio que lo cogió algún hospedado.
Cuando me toco a mi el turno, no me gusto, y le dije que no tenía derecho a hacer eso, que no era ninguna autoridad, y que por ello podía meterse el un lío. Que aun así, si quería que la registrara.
Al día siguiente, tal vez en represalia, no me dejo dormir.
Su “oficina” es contigua a la mía, puso la radio demasiado alta, le dije que la quitara, y solo la bajo, siguió molestando, se lo volví a decir, y dijo que así, más baja, no me molestaba.
Llegue a un momento crítico, de esos que haga lo que haga, emocionalmente siempre pierdo. Si “ajo y agua” ya pierdo, y si paso a una postura de fuerza y le desenchufo el aparato también pierdo, lo pasaré mal.
Al rato desenchufó la música y se puso a mover muebles, me dijo que tenía que hacer aseo, limpieza… ¡¡¡a las 5 de la mañana!!!


Como ejemplo la del último día. Días atrás le dí mi ropa a una empleada para que la lavara. Ella la lavó con la electricidad del dueño, con el agua del dueño, el jabón del dueño, y por su puesto con la lavadora del dueño. Es obvio que a espaldas del dueño, pero también es fácil suponer que me cobró el lavado y se quedó con el importe. Sin entrar en consideraciones sobre la estafa al dueño, solo enunciare la última conversación que tuvimos cuando me fui a despedir de ella.

ELLA- ¿Ya se va?
YO: -si
ELLA: -ya era hora
YO: -¿se alegra?
ELLA: -si

Estaba molesta por que el jefe le llamó la atención por no cobrarme un día más por salir después de las 12:00
El jefe sabía lo de la nochera, se lo conté, y me pidió disculpas, en el momento no tuvo ningún detalle de ningún tipo para compensar. Con todo eso quería cobrarme un día más, pero el muy miserable, no tuvo lo que hay que tener para venir a mí a pedirme el pago. El andaba por allí, pero mando a una empleada.
Le moleste a quien le moleste, estos comportamientos son habituales, llevo unos 6 meses en chile, y dan una referencia bastante exacta de esta sociedad…
¡¡¡ESA ES MI EXPERIENCIA, ASI LO VIVÍ, ASI LO SENTÍ, ASI LO SOBREVIVÍ, Y ASI LO CUENTO!!!

Creo que sobran más comentarios.
Puede ser difícil de creer lo que voy a contar, pero ocurrió en ese hostal, “Cataluna”.
Tengo dos pares de calcetines Adidas normales, de hilo, pero normales. Eran blancos, ahora se han camuflado de desierto Atacameño de manera irreversible.
Estaban en la colada que la empleada lavo, y tendió. Yo los vi en el tendal, y en el tendal los dejé de ver. ¿Qué tipo de persona robaría unos calcetines blancos, reconvertidos en marrones, por muy Adidas que sean?

Compre una pila para el Kateye. Yo pedí una pila, y el dependiente me dijo que la ponían ellos. Me la puso, y me pidió 2.000 pesos, yo le dije que no que 4.000, no me entendió hasta que le explique que llevaría 2 pilas, en ese caso son 3.500 me dijo, aquí comenzó el problema.
Me explicó que la pila son 1.500 y ponerla 500, me pareció muy mal pues yo no pedí la instalación, eso fue un ofrecimiento de el.
Curiosamente luego, y mediante un colombiano del Superpollo, coincidí con el dueño del establecimiento, le conté lo sucedido, y le cambio la cara, pareció que no le gusto que no le hicieran la pelota, no estaba acostumbrado a las críticas, lamentablemente es normal, es jefe… Eso no fue lo peor de todo…
¡¡¡A los 7 días, a la semana de ser instalada la pila ya se encendió el icono de batería gastada en el reloj!!!

Otro día salgo sobre las 10 de la noche a llamar por teléfono a mi mama, una cuadra mas abajo del hostal.
En la esquina una mujer de buen ver, y se supone mejor tocar, se dirige a mi, no hay nadie mas en la calle, y en ese momento nadie pasa. Yo no la conozco, y ella a mi menos. Me pregunta que si quiero ir con ella, yo le contesto con otra pregunta, que a donde.
Resulta que es una comerciante de carne viva, y por una cuestión de cultura general le pregunto sobre las tarifas.
5 lucas la felaccion, y 20 la relación, sigo la conversación comercial y le pregunto si eso se hace en la calle, me dice que no, que en un motel. Supongo que en ese caso si vamos los dos, lo pagaremos entre los dos, pero me dice que no, que los “portes” corren a cuenta del cliente. En ese caso, y en cualquier otro también, no cerramos el trato.
Me desaprecia insultándome, llamándome…??? POBRE
Es la primera vez que escucho la palabra pobre como insulto. Hasta donde pueden llegar algunos tan pobres tan pobres tan pobres que solo tienen dinero, o piensan en el.

Sobre lo de la cervecería creo que ya están enterados. Después de consumir un “chop”, una jarra, y pagarla obviamente cuando me marchaba se me recriminó de muy mala manera después de pedir permiso y coger un trozo de papel higiénico.
Me sentí tan humillado, humillado hasta tal punto que fui a buscar a un carabinero. Cuando terminó sus pesquisas, y comprobó que tenía los papeles en regla me dijo “Ha ido usted a entrar en el peor bar de Antofagasta que es la peor ciudad de Chile”, creo que sobran comentarios.

El "glorioso bar" del papel higienico. Según el carabinero el peor bar de la peor ciudad de Chile, Antofagasta.

Emblemático personaje del ciclismo Antofagastino. Nótese el absoluto orgullo, desparpajo, y sentimiento de realización personal en el posado. Me contó con total satisfación que iba en bici hasta Calama en dos días, fuí considerado con el, no le dije que yo venía desde Ushuaia, Tierra de Fuego.

Salí de esta tienda muy, pero muy contento, consegui estacas para para carpa. No resultaron ser malas, solo semi-malas. Doblan como el chicle, gracias a eso no son malas, solo semi-malas, pues no rompen al ser desdobladas...¡Valla consuelo!


1 comentario:

  1. Bueno, qué quieres que te diga... Te mereces lo que pasaste en tu estadía en la ciudad, me disgustaría que una persona con el autoestima tan alto recibiese un buen trato. Además de imbécil, porque eliges por peores lugares para hospedarte... A quién se le ocurre y a meterse a esa zona!. En fin, te aconsejo que antes de criticar tanto, empieces a elegir mejor y a no esperar todo gratis porque eres español, deberías saber que sólo puedes esperar lo peor por ello, acaso se te olvida lo que hizo tu raza en América? No merecen más de lo que recibiste. Adiós y hasta nunca.

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